RESPONSABILIDAD SOCIAL EN LOS SISTEMAS DE ALIMENTACIÓN:

UN ENFOQUE DESDE LA PÉRDIDA Y DESPERDICIO DE ALIMENTOS

Esta post se basa en los aspectos más importante (según el redactor) de la publicación con el mismo nombre del WWF, una de las mayores organizaciones internacionales de conservación de la naturaleza

Gran parte de la pérdida de biodiversidad en el planeta está relacionada con la elaboración de nuestra comida. En efecto, el impacto del sistema alimentario sobre la naturaleza incluye alimentos que no se consumen, practicas agrícolas no sustentables y la expansión de la frontera hacia zonas silvestres y la consecuente deforestación, así como pesca y acuacultura no sustentables. Actualmente, la agricultura es responsable de la mayor parte de la conversión de los bosques y ello tiene un impacto negativo sobre las especies animales y vegetales que lo habitan. De hecho, el 75 por ciento de todas las especies de plantas, anfibios, reptiles, aves y mamíferos que se extinguieron desde el año 1500 sufrieron daños causados por la sobrexplotación o la agricultura, o por ambas.

Por otro lado, la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos (PDA) en todo el mundo genera anualmente cerca del 8% del total de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) producidas por actividades humanas. Esto es casi equivalente a las emsiones mundiales del transporte por carretera. Incluso, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) refirió en 2011 que si la PDA fuese un país sería el tercer emisor de estos gases en el planeta, solo rebasado por China y los Estados Unidos.

Una de las paradojas es que cada año se produce suficiente comida para alimentar a toda la población mundial y, sin embargo, un tercio de toda esa producción se pierde y desperdicia. Este sistema alimentario tampoco está garantizando la salud de las personas: casi 30% de toda la población adulta mundial tiene sobrepeso u obesidad mientras que cerca de 690 millones de personas padecen hambre. De acuerdo con el informe El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2020 esta cifra podría aumentar debido a la pandemia del COVID-19. Ello implicaría que entre 83 y 132 millones de personas se sumarían al número total de habitantes subalimentados en el mundo.

En la década de 1980, la FAO buscó visibilizar la problemática del derroche de comida al ofrecer una definición del desperdicio de alimentos. Advirtió que se trata de todo el material comestible destinado para el consumo humano, que surge en cualquier punto de la Cadena de Suministro de Alimentos, que es desechado, perdido, degradado o consumido por plagas. A fin de encarar con más eficiencia este problema, la FAO propuso en 2011 distinguir entre pérdida y desperdicio de alimentos. La pérdida se refiere a todo aquello que se malgasta en las primeras fases de la cadena de suministro y el desperdicio está relacionado con las últimas etapas y se da con base en patrones de comportamiento de los vendedores y consumidores.

De acuerdo con la organización británica Waste & Resources Action Programme (WRAP), en Europa se desperdicia el 42% de comida a nivel del consumo. Dos tercios de esta cantidad entra en la categoría de desperdicio evitable y posiblemente evitable. Cifras similares se tienen en Estados Unidos donde se desperdicia 31% de la comida en la etapa de consumo. De acuerdo con estudios, la mayor parte de la comida que se desperdicia es fruta fresca y vegetales, seguidos por productos de panadería, carne y pescado.

Según han apuntado la mayoría de los análisis, en los países más industrializados de Europa, Norte América y Asia prevalece el desperdicio de alimentos en la etapa de consumo. Mientras que en países menos desarrollados sobresale la pérdida de alimentos durante el cultivo, cosecha y procesamiento.

LA PÉRDIDA Y EL DESPERDICIO DE ALIMENTOS EN MÉXICO

En 2016 el Banco Mundial llevó a cabo un estudio sobre la PDA en México que arrojó los siguientes datos:

• Más del 34% de toda la producción anual de alimentos se pierde o desperdicia.

• Las emisiones producidas por PDA igualan a las generadas anualmente por 15.7 millones de vehículos.

• La pérdida de agua se traduce en 40 mil millones de litros al año por PDA, lo que serviría para dotar de agua a todos los mexicanos durante 2 años y 4 meses.

• La mayor parte de la pérdida de alimentos ocurre durante la producción, específicamente durante la distribución y la venta al mayoreo. Buena parte del desperdicio ocurre en los centros de distribución y en centros urbanos.

Este estudio advierte que algunos de los productos más desperdiciados en México son:

10 “México, el país con hambre que desperdicia toneladas de comida”, El Universal, 2 de enero de 2018.

IMPORTANCIA DE LOS PROTOCOLOS CONTRA LA PDA EN ESTABLECIMIENTOS DE SERVICIOS

La reducción de la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos (PDA) ofrece una oportunidad para generar beneficios ambientales, económicos y sociales de gran trascendencia. El punto de partida en su abordaje es el conocimiento del volumen o de la cantidad de su generación, junto con la identificación de sus causas u orígenes. Para conocer estos elementos resulta sumamente importante su medición, pues como se sabe:

“LO QUE NO SE MIDE NO SE PUEDE GESTIONAR”

Es así que la medición permite dimensionar el problema e identificar los puntos críticos del sistema y, de esta forma, priorizar acciones para atender y dar seguimiento a través del tiempo. Actualmente, muchas regiones del mundo, países, empresas y otras entidades carecen de suficiente información sobre cuánto, por qué y dónde se eliminan alimentos, lo que reduce la posibilidad diseñar soluciones costo – eficientes, ocasionando que el problema siga en incremento a la par con sus impactos.

Ante esta situación, organismos internacionales con presencia global han estado trabajando en el desarrollo de metodologías que permitan homologar acciones enfocadas en identificar qué medir y cómo medirlo. Sin embargo, aún no se ha dado una homologación.